Luego del mini taller que tuvimos en la clase de Filosofía sobre autoconocimiento, estereotipos estéticos y diferencias de género, quedan algunas cuestiones para platear (la mayoría de ella planteadas ya en clase):




¿En qué mediada los estereotipos y la diferencias de género determinan lo que somos o lo que queremos ser?

La expresión «sistema sexo/género» fue utilizada por primera vez por la antropóloga norteamericana Gayle Rubin, para indicar el conjunto de operaciones mediante las cuales una sociedad transforma la sexualidad biológica en productos de la actividad humana. El término género ha pasado a indicar la cualidad fundamentalmente social de las distinciones basadas en el sexo y a resaltar todos los aspectos relacionales de las definiciones normativas de la feminidad. Con lo que el uso de este termino parece situar a quien lo utiliza en uno de los dos lados del debate que, a menudo, se halla detrás de las diversas controversias que recorren los discursos feministas de los últimos años y que se puede sintetizar -de forma esquemática- través de la pregunta: ¿hay que entender lo femenino en términos de construcción social o bien hay que hablar de una esencia femenina, definida biológicamente?